Atreverse a cruzar la línea.

Visto el éxito del primer post, me pongo a pensar en el segundo y lo primero que me viene a la cabeza es para aclarar un poquito mas el tema y el concepto de la "famosa" zona de confort.

Ante los cambios que nos van sucediendo a lo largo de la vida, podemos tomar tres actitudes:

a) Huir (como si de una serpiente venenosa se tratase).
b) Quedarse quieto evitando que te afecten y cambien tu día a día.
c) Afrontarlos y dejar que surjan con fluidez y naturalidad.

Los cambios no tienen por que ser transcendentales o radicales, pueden ser pequeñas decisiones a las que nos enfrentamos diariamente y que condicionan nuestra forma de vivir aunque no nos demos cuenta.



Cruzar la linea que separa nuestra zona de confort de lo desconocido requiere un aprendizaje y por lo tanto un cambio en costumbres, rutinas. Pero una cosa esta clara, SIEMPRE nos enriquece y nos aporta cosas mágicas.

No es sencillo cruzarla, pero los que alguna vez se han atrevido, aseguran que merece la pena.



Piensa en alguna decisión (importante o no) que hayas tenido que tomar, ahora recuerda cual fue tu patrón de conducta, es decir, cual de las tres opciones arriba mencionadas elegiste... ¿Y bien? ¿Como actúaste? ¿Que ganaste? ¿Que perdiste? ¿Lo volverías a hacer? ¿Cambiarías algo?

¡Os animo a reflexionar! :)